La Corporación MilVíctimas, en el ejercicio de su litigio estratégico y representación de víctimas, presentó puntualmente el escrito de alegatos en el proceso de amnistía de la Sra. Marilú Ramírez Baquero, actualmente adelantado por la Sala de Amnistía e Indulto de la JEP. En este documento, se solicita formalmente declarar NO AMNISTIABLE la conducta de la Sra. Ramírez Baquero en relación con el atentado terrorista perpetrado el 19 de octubre de 2006, que impactó a las comunidades educativas de la Escuela Superior de Guerra y la Universidad Militar Nueva Granada, y fue atribuido al Frente Urbano Antonio Nariño de las FARC. Ramírez Baquero se infiltró en estas instituciones como informante, bajo la fachada de estudiante de la Universidad Militar Nueva Granada y del Curso Integral de Defensa Nacional (CIDENAL), suministrando información clave para la planificación y ejecución de dicho atentado, actuando bajo las órdenes de Julián Gallo, alto mando de la extinta guerrilla.
Además, la Corporación ha solicitado que el caso se traslade al MACRO CASO 10, “Crímenes no amnistiables cometidos por las extintas Farc-EP,” a cargo de la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Esta solicitud se fundamenta en que dicha conducta se enmarca dentro de los patrones de crímenes no amnistiables, dirigidos por el antiguo secretariado y los comandantes del Frente Urbano Antonio Nariño, y representa graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario.
Como organización dedicada a la defensa de los derechos de las víctimas del conflicto armado, MilVíctimas ha documentado el impacto devastador de este atentado, que dejó 33 víctimas heridas, en su mayoría civiles, y causó graves daños en las instalaciones de ambas instituciones educativas. Este acto constituyó una infracción a los principios de distinción, necesidad militar, proporcionalidad y limitación, implicando la participación de civiles y el daño a bienes de naturaleza civil en un entorno educativo.
MilVíctimas expresa su firme rechazo al uso de artefactos explosivos improvisados, como carros bomba, y a la legitimación de estos como tácticas de combate. Estos actos no solo atentaron contra la infraestructura de la Escuela Superior de Guerra y la Universidad Militar Nueva Granada, sino que afectaron gravemente a las comunidades educativas, compuestas por estudiantes, docentes, personal administrativo y logístico, tanto civiles como militares en condición de no combatientes, cuyo objetivo es brindar un entorno de aprendizaje seguro.
Hacemos un llamado a las autoridades judiciales para garantizar justicia a las víctimas y evitar la impunidad en estos hechos. En MilVíctimas continuamos comprometidos con la memoria, la justicia y la reparación integral de las víctimas del conflicto.