“Se orinaban encima de nosotros, nos pateaban, nos cogían con las culatas. Pasaron días, semanas, no me acuerdo mucho. Tenia que ir con ayuda al baño, no podía casi moverme, para hacer del cuerpo y asearse era muy complicado. Mi juventud se me acabo y todavía sigo pensando en mis compañeros caídos en acción y en lo que me paso, entonces realimente no he podido construir una vida, la vida a cambio mucho para mí”.