Bogotá, 14 de marzo de 2025. El pasado 11 de marzo, cinco soldados colombianos perdieron la vida en un atentado perpetrado por las disidencias de las FARC -EP en la vereda La Esperanza, municipio de Balboa (Cauca). Entre las víctimas se encontraba el soldado Raúl García López, quien deja en la orfandad a dos hijos y en la viudez a su esposa. Este acto de violencia, ejecutado mediante la activación de un artefacto explosivo, es un ataque directo contra la vida y los derechos humanos, y representa una grave violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH).
Raúl García López no era solo un número más en las estadísticas de la guerra. Era un hombre que dedicó su vida al servicio de su país, un padre que soñaba con ver crecer a sus hijos en un Colombia en paz, y un esposo cuyo sacrificio hoy deja un vacío imborrable en su hogar. “Su historia, como la de sus cuatro compañeros caídos, es un recordatorio doloroso de las consecuencias devastadoras de un conflicto que persiste en regiones como el Cauca y el Catatumbo Cada vida perdida es un recordatorio de que la guerra no es el camino. Desde Milvictimas, seguiremos trabajando por la verdad, la justicia y la reparación. ¡Basta ya de violencia!”. Dijo la Dra. Guiovanna Ortega Directora general de Milvictimas”.
Estos hechos ocurren en un contexto de recrudecimiento de la violencia en varias zonas del país, donde comunidades enteras siguen sufriendo los estragos de un conflicto que parece no tener fin. Las disidencias de las FARC, responsables de este atentado, demuestran una vez más su desprecio por la vida humana y su falta de voluntad para respetar los principios básicos del DIH.
Desde la Corporación MilVictimas, hacemos un llamado urgente a las autoridades y a la comunidad internacional para que redoblen esfuerzos en la protección de la población civil y de quienes arriesgan sus vidas en el cumplimiento del deber. La seguridad de los colombianos no puede seguir siendo moneda de cambio en medio de esta guerra sin sentido.