*Militares víctimas de la Toma guerrillera piden sean garantizados sus derechos a la participación, a la reparación y a garantías de no repetición.
El 3 de agosto de 1998, hace 25 años, más de 500 guerrilleros de las extintas FARC irrumpieron en el municipio de Miraflores – Guaviare, en uno de los ataques más terribles del grupo guerrillero. En el hecho, 35 miembros de las Fuerzas Militares fueron asesinados, 25 resultaron heridos y 129 fueron secuestrados, dentro de los que se encontraban 73 soldados del Ejército Nacional y 57 policías.
La toma de Miraflores se constituye en uno de los hitos más representativos que ha infringido el DIH en Colombia esta es seria la primera toma en la que se emplearon artefactos explosivos improvisados y se cometieron graves violaciones a los Derechos Humanos. Dentro de los delitos que se configuraron en el demencial hecho, están el uso de medios y métodos prohibidos por el DIH, hostigamiento, secuestro, tortura y homicidio en persona protegida.
Por estos hechos en sentencia proferida por el Consejo de Estado el 11 de abril del 2016, se señaló que durante esta toma se vulneraron varios derechos a los miembros de la Fuerza Pública, entre los que se encuentran: el derecho a la vida, a la dignidad humana, la integridad personal, la libertad y locomoción.
Dentro de las secuelas que dejó el secuestro en estos jóvenes militares, el estrés postraumático y la depresión han sido, entre otros, obstáculos para avanzar en sus proyectos de vida; el cautiverio continúa afectándolos de manera importante en sus facetas sociales, familiares y laborales.
Militares secuestrados en la toma de Miraflores, persiguen verdad en la JEP
La Corporación MILVÍCTIMAS representa a Militares Víctimas de secuestro de la toma de Miraflores ante la Jurisdicción Especial para la Paz. Con su participación en el Sistema Integral, las víctimas buscan que las extintas FARC reconozcan los hechos para de este modo lograr acceder a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, reivindicando la memoria y el sufrimiento que durante estos años han vivido por estos terribles hechos.
Con la toma de las Miraflores se inició la política sistemática de toma de rehenes con fines de intercambio por guerrilleros presos por parte de las Ex Farc, patrón hoy abordado por la Jurisdicción Especial para la Paz en macro caso 01.
Después de 25 años de la toma guerrillera, los militares víctimas de estos hechos hacen un reclamo a la sociedad y especialmente a los mecanismos del Sistema Integral por una justa participación como victimas ante el sistema y reconocimiento como sujetos de derechos. Este sector poblacional objeto de mayores afectaciones durante el cautiverio como lo son torturas, agresiones físicas, castigos inhumanos, agresiones sexuales, presión psicológica, entre otras, pide ser reconocido y reivindicado por la sociedad. Al mismo tiempo, hace un llamado a los victimarios, miembros de las extintas FARC, a aportar verdad plena, actos simbólicos de reparación y sobre todo de responsabilidad sobre estos hechos.